Asistimos a la presentación del proyecto Small Firm Diaries, un programa de investigación global que provee información acerca de la vida financiera de micro y pequeñas empresas.

Por: José Luis Rodríguez R. – Uninorte

Este proyecto se encuentra activo en siete países y es una iniciativa global liderada por el Financial Access Initiative.

El proyecto Small Firm Diaries, iniciativa global de investigación liderada por el Financial Access Initiative en NYU Wagner School of Public Service, que busca comprender las barreras y oportunidades que enfrentan las pequeñas empresas en el mundo, compartió los primeros resultados de su estudio en Colombia (Bogotá, Cali y Barranquilla), a través de un conversatorio desarrollado el 27 de febrero en la Cámara de Comercio de Barranquilla.

Este proyecto se encuentra activo en siete países (Colombia, Etiopía, Kenia, Nigeria, Indonesia, Fiji y Uganda) y el trabajo en campo se llevó a cabo durante un año gracias a la colaboración de una red de socios locales, expertos en recolección de datos e investigadores líderes en el campo, entre los que participa la Universidad del Norte, a través de su Centro de Emprendimiento y el departamento de Economía, la Universidad Javeriana y la Universidad del Rosario.

El estudio en Colombia presenta datos de 122 empresas en tres industrias: manufactura ligera, procesamiento agrícola y servicios, en temas como el acceso financiero, las aspiraciones y la gestión de empleados, además de compartir hallazgos sobre un subconjunto de empresas que participaron en programas de capacitación empresarial y manejadas por mujeres.

“Esta iniciativa trata de entender la confluencia entre inclusión financiera, desarrollo económico y pobreza. Pretende entender mejor la vida financiera de las personas, sus necesidades y cómo se podría mejorar a través de servicios financieros. Small Firm Diaries busca justamente entender la complejidad y volatilidad que enfrentan las empresas pequeñas y el rol que pueden jugar los productos financieros en la superviviencia de estas empresas”, afirma Jana Schmutzler, directora del Centro de Emprendimiento Uninorte. 

El estudio utiliza diarios financieros, un proceso de recolección de datos cuantitativos y cualitativos de alta frecuencia, abordando varios puntos ciegos: los que existen entre las grandes empresas formalizadas y las microempresas (quienes no tienen casi empleados que no son familiares), que son el foco de las microfinanzas. 

Muestra y reflexiones

La mayoría de las empresas consultadas se encuentran en Bogotá. De las 49 participantes, 18 son dirigidas por hombres, 17 por mujeres y 14 son copropiedades (hombres y mujeres). En Barranquilla, de las 39 empresas, 21 son dirigidas por hombres, 10 son copropiedades y 8 son dirigidas por mujeres. En Cali, de las 34 empresas, 16 son dirigidas por hombres, 13 por mujeres y 5 son copropiedades. Más de la mitad (56 %) de la muestra tiene un ingreso mediano mensual inferior a COP 10 millones, mientras que el 33 % tiene un ingreso mediano mensual inferior a COP 5 millones.

Timothy Ogden, director general del proyecto, socializó los resultados en la Cámara de Comercio de Barranquilla y dio inicio a la discusión de cómo apoyar este segmento de la economía, que en muchos casos es invisible y poco estudiado.

“Ustedes son el primer grupo en todo el mundo en ver estos resultados. Es una gran oportunidad para ayudar a este tipo de empresas, hay mucha energía para crecer y si podemos disminuir la volatilidad, pueden avanzar. A partir del estudio, llegamos a tres conclusiones importantes: Hay un grupo grande que son emprendedores buscando estabilidad y crecimiento, lo segundo, lo más importante que les hace falta para ello es liquidez y tercero, tienen empleos frágiles y por tanto empleados vulnerables”, repasó Ogden durante el evento.

En particular, al consultarles sobre su visión para el año siguiente y los próximos cinco años, los datos muestran que los propietarios de las empresas no consideran que la ‘estabilidad’ y el ‘crecimiento’ se encuentren en oposición, sino que se complementan. El crecimiento de las ganancias y la estabilidad fueron las dos respuestas más comunes.

Durante el análisis de intenciones de inversión, poco menos del 60 % de las empresas informaron que les gustaría invertir en maquinaria productiva. La única otra inversión a la que aspiró una parte importante fue la obtención de materias primas, algo que casi el 50 % de las empresas señaló, aunque las materias primas no calificarían como una inversión en la mayoría de los programas de crédito para pequeñas empresas. El 60 % informó que la mayor barrera para lograr sus aspiraciones es el acceso a las materias primas y el aumento de sus costos, y menos de la mitad afirmaron que el acceso al financiamiento es una barrera importante para sus aspiraciones.

Y finalmente, la volatilidad que estas empresas enfrentan se traslade en muchos casos a sus empleados. De hecho, tan solo el 20% de los empleados de estas empresas se mantuvieron en la empresa durante al menos 8 meses, lo que implica que la gran mayoria de los empleados es temporal, un hecho que los limite en su potencial de crecimiento.

A partir de estos resultados de investigación, los lideres del proyecto esperan poder seguir la discusión con el sector privado y con el gobierno para disenar programas y productos que los pueden apoyar.

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