Publicado el 21 de enero de 2022,

Por: Oriana Álvarez Vos

Por el lado social, se espera que este año que Colombia pueda seguir avanzando en la reducción de la pobreza y desigualdad; durante el 2020, 3.5 millones de personas cayeron en condición de pobreza con respecto al 2019; muchos hogares pasaron de comer tres veces a un solo plato por día lo cual generó desafíos adicionales en la seguridad alimentaria del país.

Los retos en materia económica para el país este año son considerables, Colombia inicia el 2022 con un crecimiento jalonado por la reactivación de la actividad productiva luego de una caída sin precedentes en el 2020 a causa de la pandemia del covid 19. Se pronostica un crecimiento entre el 4% y 5.5% para el 2022 como resultado de la rápida capacidad de recuperación de la economía colombiana y los importantes avances en el Plan Nacional de Vacunación. La tasa de desempleo en noviembre del año pasado y por primera vez desde el 2019, se ubicó por debajo del 12%; sin embargo, se debe tener en cuenta que los últimos meses del año se caracterizan por presentar las menores tasas de desempleo asociadas a la estacionalidad de la época de fin de año. Vale la pena resaltar, la recuperación del empleo formal que ha continuado creciendo más que él cuenta propia por lo que se esperaría, que de seguir esta tendencia el mercado laboral del país pueda corregir el impacto que generó la pandemia en el empleo informal.

Mantener el crecimiento económico es una de las tareas fundamentales de lo que queda de este gobierno en un contexto que no resulta para nada fácil; una inflación por arriba de la meta del Banco Central; y, un dólar que se ha situado por encima de los 4 mil pesos. Además, a medida que la economía vaya dejando atrás los rezagos producidos en la actividad productiva por las medidas de confinamiento, los estímulos que se establecieron para mitigar las afectaciones socioeconómicas serán retirados.

Para lograr estos propósitos es indispensable avanzar en la discusión sobre nuevas apuestas productivas que permitan reducir la dependencia a las exportaciones de hidrocarburos; así mismo, propiciar un mayor crecimiento de la inversión. El gobierno central anunció este año que la inversión pública será 16% más alta que la de 2021 y estará concentrada en su gran mayoría en los sectores de Inclusión Social – subsidios para los hogares y empresas-; Minas y Energía; Transporte y Vivienda. En cuanto a la privada, la atracción será muy importante sobre todo en un contexto de completa incertidumbre electoral, con una crisis de logística mundial que ha golpeado fuertemente las cadenas de suministro, y aumentado los costos de producción; y, el incremento en las tasas de interés que podría volver menos atractiva la inversión extrajera en Colombia.

Por el lado social, se espera que este año que Colombia pueda seguir avanzando en la reducción de la pobreza y desigualdad; durante el 2020, 3.5 millones de personas cayeron en condición de pobreza con respecto al 2019; muchos hogares pasaron de comer tres veces a un solo plato por día lo cual generó desafíos adicionales en la seguridad alimentaria del país. Dentro de este contexto, la generación de empleo jugará un rol fundamental ya que este actúa como mecanismo de transmisión del crecimiento económico a la pobreza, por lo que es necesario seguir con la senda de recuperación del mercado laboral.

Finalmente, lo anterior también dependerá de continuar manteniendo el ritmo de vacunación y aplicación de las dosis de refuerzo para poder controlar los picos de contagio, y no tener que acudir nuevamente a medidas restrictivas y de cierre de la actividad productiva como ha pasado en otros países del mundo.

Publicado en columnas El Heraldo

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