Publicado el 15 de enero de 2021
Las capitales de la región ocupan los primeros lugares según DANE. En Barranquilla la tasa fue de 59%, mientras que al nivel nacional fue de 48,7%.
Las alarmas están encendidas. La informalidad en el país sigue en alza, en especial en la Costa Caribe, donde todas sus capitales registraron tasas por encima del promedio nacional de acuerdo con el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
En concreto, para el trimestre móvil septiembre-noviembre del 2020, la capital del Atlántico registró una tasa de informalidad de 59%, lo que la posiciona como la segunda ciudad con la tasa de informalidad más baja de la región, después de Cartagena (56,2%).
Esto significa, para el caso de Barranquilla, que de cada 100 trabajadores 59 están en la informalidad.
Al realizar una comparación frente al resto del país, Barranquilla está 10 puntos porcentuales por encima del promedio nacional de las 23 ciudades y áreas metropolitanas, que para el caso del trimestre en análisis fue de 48,7%.
El dato nacional representó un aumento de 1,5 puntos porcentuales frente al mismo período del año 2019 (46,2%), según la entidad estadística.
Sincelejo (64,4%) y Santa Marta (63,5%) fueron las capitales del Caribe con las tasas de informalidad más altas para el trimestre móvil septiembre-noviembre del año anterior.
Riohacha (59,9%), Montería (59,7%) y Valledupar (59,4%) completaron el listado de las capitales de la región con mayor tasa de informalidad.
Informalidad por sexo. De acuerdo con el balance del organismo estadístico para el período septiembre-noviembre del 2020, en las 13 ciudades y áreas metropolitanas, la proporción de hombres ocupados que eran informales fue de 47,7%, lo que representó un aumento de 3,2 puntos porcentuales respecto al mismo período del año 2019, el cual se situó en 44,5%.
Para el caso de las mujeres, la tasa de informalidad se ubicó en 47,8%, una leve alza de 0,5 puntos porcentuales en comparación con el año 2019, cuando se registró una tasa de 48,2%.
¿Qué es lo que está pasando?
Para la economista Kelina Puche, directora del centro de pensamiento Fundesarrollo, el aumento de la informalidad debe verse como un “fenómeno multidimensional”.
De acuerdo con la economista barranquillera, “estas son unas medidas a atacar en el 2021 si lo que se busca es avanzar en un sector formal más amplio”.
“Gran parte de estas medidas son de carácter nacional porque exigen cambios en la legislatura y tributaria”, agregó.
Puche coincide con la apreciación de Juan Daniel Oviedo, director del DANE, de que la informalidad está creciendo por efecto del ‘rebusque’ de las personas que perdieron su empleo durante los meses de aislamiento.
“Es un fenómeno cierto. Es mucho más complejo volver a crear empleo en el sector formal, que salir a vender o comercializar productos hechos en casa. Inicialmente va a ser la oportunidad de negocio para muchas personas que no pudieron recuperar sus puestos de trabajo”, señaló.