Ser un país o una ciudad atractiva para los capitales es cada vez una labor más dura y compleja, en un mundo globalizado y muy competitivo. Los tiempos en que solo se pensaba en la búsqueda de mano de obra barata e impuestos bajos son historia y ahora se apuesta más por capital humano capacitado y desarrollado, además de territorios situados estratégicamente, interconectados y sostenibles para su operación.
Barranquilla ha logrado insertarse en esa dinámica, lo que le ha permitido destacarse como un destino que ya recibe inversiones alrededor de 250 millones de dólares al año. En ese esfuerzo para atraer aún más recursos, la 61ª Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se realizará en la ciudad del 18 al 22 de marzo, será un punto de inflexión.
Durante el evento, el Gobierno Nacional estima que se moverán unos 40.000 millones de pesos en la economía local cifras (representados en actividades de hotelería, transporte, restaurantes y logística, entre otras) y se proyecta la generación de 3.500 empleos, impulsados por la visita de alrededor de 7.000 personas, según ha declarado la consejera presidencial para las Regiones y gerente para Colombia de la Asamblea, Karen Abudinen.
El alcalde Jaime Pumarejo, por su parte, se ha propuesto que la cifra de inversión extranjera anual que llega a la ciudad se cuadruplique tras este evento de clase mundial y que sea de “casi mil millones de dólares”. Para el mandatario, la Asamblea favorecerá una mayor exposición ante los empresarios internacionales.
La fórmula
Ana María Badel, directora ejecutiva de ProBarranquilla, ha resaltado la confianza que hay entre los sectores público y privado de la ciudad: una conversación que se viene dando fluidamente desde hace más de 12 años.
“Creo que eso ha permitido, sin duda alguna, transformar esta ciudad. Un liderazgo muy fuerte desde lo público, acompañado de esa conversación con el sector privado. Podremos no estar de acuerdo en todo, pero sí en lo fundamental y eso ha marcado la diferencia”, manifestó a la vez que advirtió que “no es vender por vender un destino, sino lograr una articulación para que la transformación se mantenga”.
Añadió que ProBarranquilla trabaja, por un lado, para visibilizar el territorio, narrando esta exitosa historia a los inversionistas nacionales y extranjeros y, por el otro, en el acompañamiento a quienes ya invierten en la ciudad, en un trabajo coordinado con el equipo de atracción de ferias, eventos y convenciones. “Todo ello hace parte del secreto del éxito en Barranquilla y el Atlántico”, destacó.
“Uno de los principales logros —dijo la directora— de la articulación entre lo público y lo privado está encarnado en Puerta de Oro, el recinto ferial de Barranquilla. Fue una iniciativa del sector privado que contó con el liderazgo del sector público: la Alcaldía, la Gobernación y el Gobierno Nacional”.
“Desarrollaron lo que, sin duda, ha sido una infraestructura muy buena. Ha sido también el motor para el desarrollo y posicionamiento de la ciudad como destino de eventos, ferias y convenciones. Algo que refrendamos con la Asamblea del BID: que la ciudad y sus habitantes están preparados para recibirla”, añadió.
Explicó Badel que el discurso de venta de la ciudad ha evolucionado: “Antes les mostrábamos argumentos en el que les hacíamos ver que contaba con ventajas como el puerto, las zonas francas o el bilingüismo; luego los invitábamos también a hacer sus eventos; ahora, además, les decimos que se vengan a vivir, porque es la mejor ciudad para hacerlo”.
¿Cómo se ha definido ese trabajo de articulación? ProBarranquilla identifica cuentas o proyectos de inversión que hayan emitido señales de tener interés en localizarse en la ciudad. Una vez llegan, se articulan con las diferentes entidades gubernamentales con el objetivo de facilitar, acelerar y entender las necesidades de los empresarios. Eso, sin duda alguna, le cambia la vida a los inversionistas.
Desarrollo
Esta alianza público privada ha repercutido en el desarrollo y la calidad de vida de sus habitantes. No se trata de una mera percepción: Barranquilla sostenidamente ha reducido su nivel de pobreza monetaria en 22,2% entre 2008 y 2018 para llegar una tasa de 21,1%. Por su parte, en cuanto a desempleo, en el trimestre móvil noviembre 2018 – enero de 2019 frente periodo de un año atrás, la ciudad tuvo la menor tasa en el país con 8,4%.
Actualmente Atlántico (departamento cuya capital es Barranquilla) tiene la sexta economía más poderosa del país, con un PIB que superó los 43 billones de pesos en 2018, según cifras del DANE. Los sectores con mayor valor agregado, en su orden, son el comercio, la administración pública, la manufactura, las actividades profesionales, las actividades inmobiliarias y la construcción.
Precisamente en cuanto a la industria manufacturera, representativa por el uso intensivo de mano de obra, Barranquilla fue la tercera ciudad del país con mayor crecimiento real en producción (4,8%) y ventas (6,3%) de este sector en el periodo de enero a noviembre de 2018 frente al de 2019. Por otro lado, el Área Metropolitana de Barranquilla experimentó el mayor crecimiento real en ventas (6,2%) y el segundo mayor crecimiento en producción (4,7%) entre las áreas metropolitanas medidas por la Encuesta Mensual Manufacturera del DANE.
La inversión pública ha sido clave en la consolidación de una senda de crecimiento para Barranquilla en los últimos años. Kelina Puche, directora de Fundesarrollo, manifestó que el público “fue el principal sector que mayor contribución hizo al crecimiento de la economía de la ciudad, alcanzando cifras por el orden del 5,6%”.
“Incluso —añadió—, en épocas de desaceleración económica, experimentadas entre los años 2015 y 2018, ha sido toda la inversión social y del sector público la que jalonó, o la que mitigó todos los efectos adversos que esos procesos de desaceleración económica pudieron haber presentado, propios del proceso del ciclo económico que experimenta un país y una ciudad”.
Al final lo importante es el bienestar de la gente, “empoderar a la gente también y que sepamos que la ciudad se seguirá desarrollando en la medida que nos apropiemos de ella. Que no se sienta que todo depende de un sector público que dirige a lo lejos con una sola visión, sino que hay una conversación”, puntualizó Badel, de ProBarranquilla.