Publicada el 23 de mayo de 2022

Diario La Libertad

A portas de la elección de un nuevo presidente en Colombia, los centros de pensamiento Fundesarrollo (Barranquilla), Atarraya (Montería) y Cesar en (Valledupar) hicieron una radiografía de la región Caribe, enumerando los diez de los desafíos socioeconómicos más apremiantes que tiene esta zona del país y sus posibles soluciones.

*Desnutrición. El Caribe se encuentra por debajo de la tasa nacional (70%) de los hogares que consumió las tres comidas diarias, durante el trimestre dic-2021-febrero 2022, según la encuesta de Pulso social del Dane. Santa Marta (90%) fue la ciudad que mayor trabajo realizó para que los hogares tuvieran una alimentación completa; en Barranquilla 40%, Cartagena 45% y Sincelejo 48%.

Ante esto, se debe aumentar las trasferencias a la población más pobre, garantizar su la cobertura y atender a los más débiles, mujeres embarazadas y gestantes, niños y adultos mayores. Además, son requeridos más programas de educación nutricional y de control al desperdicio y pérdida de alimentos.

*Educación. En lectura crítica, la región Caribe, con excepción de Atlántico y San Andrés, se encuentra con los menores puntajes promedios. En cuatro de sus ocho departamentos, Córdoba, Cesar, Magdalena y Atlántico, la tasa de cobertura en transición es inferior al promedio nacional. Por otro lado, la región tiene menos docentes con formación profesional o con posgrado.

Se hace importante aumentar las coberturas de la educación preescolar y la extensión de la jornada única en instituciones educativas. También, programas de créditos condonables para carreras en licenciatura de alta calidad, apoyo de becas para maestrías pertinentes de docentes en ejercicio y becas para estudiar inglés en el extranjero.

*Embarazo adolescente. En el 2018, el Cesar presentó una tasa de 96 embarazos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años, ubicándose en el segundo lugar entre los 10 departamentos con mayores tasas.
Se propone garantizar el derecho a la salud sexual y reproductiva de la población más joven. Fortalecer la educación sexual en la juventud desde la primaria, así como la focalización de las acciones e intervenciones a los jóvenes más vulnerables, como aquellos que no acuden a la escuela, que viven en zonas rurales y de conflicto, y, a las migrantes.

*Servicios públicos. La cobertura en acueducto de la región está 6 puntos porcentuales por debajo del agregado nacional con diferencias de alrededor de 43 puntos entre la zona urbana y rural. La Costa Caribe se mantiene como la región con una de las mayores frecuencias y duraciones de las interrupciones del servicio de energía en el país.

Es necesario realizar mayores inversiones por parte del gobierno central y local para garantizar una mayor cobertura de acueducto y alcantarillado, así como inversiones tanto en la generación como en la trasmisión de energía eléctrica que aseguren y mejoren la eficiencia en la prestación del servicio.

*Productividad y competitividad. El 55% del PIB regional se concentra en Atlántico y Bolívar. Según el Consejo Privado de Competitividad, para 2021 Atlántico ocupó el puesto número 6 en el ranking de competitividad, Bolívar el 11, mientras Córdoba, Sucre y La Guajira el 22, 23 y 25.

Ante esta situación, es muy importante aprovechar los acuerdos comerciales con el fin de aumentar las exportaciones para lo que se requiere avanzar en la incorporación de tecnologías y el fortalecimiento de la educación pertinente y técnica en los sectores que ofrezcan ventajas comparativas estratégicas para la región.

*Informalidad laboral. 7 de cada 10 ocupados en la región son informales y tienen una remuneración mensual promedio por debajo de los $550.000 mil pesos.

Debido a esto, es de vital importancia focalizar las políticas de transición a la formalidad y desarrollo productivo que permita determinar estrategias eficaces que promuevan el fortalecimiento del capital humano.

*Medio ambiente. Del bosque seco tropical en el Caribe sólo queda un 8%. Los suelos sufren procesos de degradación, erosión, salinización y compactación. Los sistemas acuáticos, (ríos, ciénagas, playones, caños, etc.) han sido afectados por sedimentación, deforestación, minería, entre otros.

Con estas amenazas, se hacen necesarias prácticas de tipo reforestación, restauración de suelos, y fortalecimiento de resiliencia climática para mantener y crear nuevos empleos que garanticen la seguridad alimentaria y regulación del agua.

*Gobiernos territoriales. El 76% de los municipios del Caribe obtuvieron puntajes inferiores al promedio del año 2020 (50,8 puntos) en el índice de desempeño municipal (DNP). La región tiene débiles capacidades para recaudar ingresos por habitante y baja gestión de recaudo por la vía de la aplicación de instrumentos de ordenamiento territorial.

Se hace relevante el fortalecimiento de los fiscos municipales que les permita a las secretarías de hacienda y planeación lograr una mayor ejecución de los proyectos en sus territorios.

*Conectividad vial. Los sistemas de transporte masivo se han quedado rezagados ante el crecimiento de las ciudades.

e hacen necesarias reglamentaciones de contratación más claras la mejora en la gestión de rutas. Adicionalmente, se tiene que más del 40% de la red vial primaria de los departamentos en la región Caribe está en estado regular, malo o muy malo, por lo cual se deben priorizar proyectos demandados que conectan a los departamentos.

*Acceso a las TIC. Existe en la región una cobertura deficiente y desigual; altos costos de los datos, dispositivos y barreras en el acceso a la información.

Es necesario aumentar las inversiones para ampliar la cobertura de las redes y llegar a la población más vulnerable. De igual manera, desarrollar e implementar programas educativos que promuevan la formación en el buen uso de la información y la tecnología, así como, entender su importancia en la generación de nuevas oportunidades de desarrollo.

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