Publicado el 27 de ferero de 2021,

Analistas destacan que el indicador está en los niveles prepandemia, pero advierten que se debe seguir trabajando para que baje al tiempo que se recupera el empleo.

A medida que se recuperan los empleos que se perdieron durante la pandemia, la informalidad se perfila como uno de los principales desafíos que se deben superar para seguir mejorando los indicadores del mercado laboral en Barranquilla.

De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Barranquilla y Soledad (como parte de su área metropolitana) tuvieron la tasa segunda tasa de desempleo más baja del país en 2021, con un 10,4 %. Durante el año pasado había 862 mil personas trabajando, unas 41 mil más que en 2020.

Por su parte, la informalidad en la capital del Atlántico y Soledad fue de 57,6 %, la novena más alta del país. Esto quiere decir que por cada 10 ocupados, 6 estaban en esta condición.

Sin embargo, al analizar el trimestre octubre-diciembre de 2021 frente al de 2020, se encuentra que hubo una reducción de casi 5 puntos porcentuales en la proporción de población ocupada informal pasando del 60 % al 55,1 %.

Con la reactivación
Para Juan Manuel Alvarado, secretario de Planeación de Barranquilla, la recuperación del desempleo va de la mano con la buena respuesta a la reactivación económica y la vacunación de los barranquilleros.

“En el último trimestre del año pasado, este indicador de informalidad fue más bajo que el registrado durante ese mismo periodo antes de la llegada de la pandemia en 2019 (55,3 %)”, explica Alvarado.

En Barranquilla, a cierre de diciembre de 2021, se tenían 485 mil informales, mientras que en el mismo periodo de 2020 había 506 mil.

Oriana Álvarez, directora de Fundesarrollo, también destaca que la tasa de informalidad de Barranquilla para el último trimestre de 2021 (55,1 %) fue inferior al promedio regional.

“Encontramos que en el último trimestre de 2021 había 28.142 personas menos trabajando en la informalidad”, señala.

Sin embargo, indica que al comparar la ciudad con Medellín, Bucaramanga, Bogotá, Cali, Manizales, Barranquilla sigue teniendo una de las más altas tasas de informalidad.

El presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla, Manuel Fernández Ariza, coincide en que la informalidad laboral en este territorio regresó a sus niveles prepandémicos en el último trimestre de 2021.

“El indicador de proporción de informalidad se ubicó en el 55,1 %, apenas por debajo del 55,3 % que marcó en el mismo periodo de 2019 y considerablemente inferior al pico máximo del 60,7 % evidenciado a finales de 2020”, analiza el ejecutivo.

Explica que la reducción en la informalidad en la ciudad ha estado ligada a la reactivación económica, en la medida en que se han reenganchado trabajadores que perdieron sus trabajos en medio de la pandemia.

Asimismo, la creación de nuevas empresas en el territorio ha contribuido a reducir los índices de informalidad.

En total se crearon 17.763 empresas a lo largo de 2021, que habrían contribuido con al menos 10.000 empleos nuevos, en su mayoría, formales.

Trabajo empresarial
El presidente de la CCB afirma que la entidad “trabaja activamente en la formalización de nuestro tejido empresarial con programas operados por la Cámara, como CreeCe, que este año espera formalizar 1.200 comerciantes y ‘Días Camarabaq’, que formalizará a otros 1.000”.

Explica que las iniciativas que desarrollan en la CCB ofrecen capacitación y formación en temas contables, financieros, comerciales, de operaciones, capital humano y buscan mejorar las condiciones de las empresas en las distintas dimensiones de formalidad (registral, laboral, tributaria y reglamentaria), para contribuir al desarrollo social y económico de la ciudad.

La directora de Acodrés en el Atlántico, Magni Montero, asegura que el sector de la gastronomía trabaja por reducir la informalidad acudiendo a herramienta como el Régimen Simple que permite que los pequeños establecimientos puedan operar de manera formal.

“A pesar de que somos el sector que maneja un alto número de empleos informales, somos el segundo generador de puestos de trabajo con un promedio de 20 empleados por negocio”, detalla la dirigente gremial.

Dice que el objetivo es que al menos un 50% de los trabajadores del sector gastronómico que están en condición de informalidad, pasen a la formalidad.

Acciones articuladas
El sector privado ha impulsado y apoyado el proceso para la recuperación del empleo y la formalización laboral en Barranquilla tras la pandemia. El trabajo articulado con el sector público ha permitido consolidar a la ciudad como líder en este proceso a nivel nacional.

José Francisco Aguirre, director ejecutivo de la Fundación Santo Domingo, expuso que la reactivación económica es una de las grandes banderas de la sociedad, por lo cual han venido trabajando desde distintos enfoques para acelerar este proceso.

“Hemos dispuesto fondos a través de líneas de Bancóldex para poder llegar a toda la base empresarial de la ciudad. Tenemos una cartera colocada de más de $30 mil millones en el departamento y llega a un número amplio de empresarios. Son recursos para proteger el empleo y poder generar nuevos puestos laborales”, dice Aguirre.

José Francisco Aguirre destaca que se trabaja en un fondo de innovación social, el cual opera como un proyecto de pago por resultados. Dicha iniciativa desarrollará su piloto en Barranquilla y el objetivo es lograr 200 puestos de trabajo.

“Atraemos proyectos que generen empleo al disponerse recursos por $4.500 millones para contratar operadores que busquen población desempleada para su formación y posterior incursión en el mundo laboral”, detalla.

Además, avanzan en la estrategia ‘Proyectarse’ en Villas de San Pablo, con el que se busca formar a jóvenes y adultos para elevar sus fortalezas y acompañar su vinculación laboral.

“Eso genera ingresos para las familias del macroproyecto. Son oportunidades de empleo para poder progresar”, agrega.

En Villas de San Pablo también se han puesto en marcha alianzas productivas para desarrollos empresariales para la generación formal de empleo.

Uno de ellos es ‘Hilando en Villas de San Pablo’, con un taller de confecciones que genera 12 empleos formales en su etapa piloto.

La Fundación Santo Domingo desarrolla en alianza con gobiernos locales iniciativas como Atlántico para los Jóvenes, que toca temas como vivienda, educación, empleabilidad y emprendimiento.

También respaldan el proyecto de reconversión de conductores de vehículos de tracción a emprendedores (VTA). El año anterior 108 de estos abrieron sus negocios como ferreterías, misceláneas, pescaderías, salones de belleza, puestos de comidas rápidas, entre otros.

Acciones en el Distrito
Desde el Distrito, varios son los proyectos y estrategias que se han puesto en marcha para acelerar el proceso de formalización laboral con acompañamiento integral que permita brindar sostenibilidad a los negocios.

Con los comerciantes del Centro Histórico se viene trabajando con la ‘Ruta de la Formalización’, la cual ha permitido su relocalización, formación y apoyo financiero. La Secretaría de Desarrollo Económico sostiene que este programa ha impactado a más de 2.500 micronegocios y se han desembolsado 234 microcréditos condonables para su sostenibilidad.

Uno de los beneficiados con esta estrategia es Orlando José Cassiani, quien durante muchos años se había desempeñado como vendedor de todo tipo de productos. Hace tres años fue reubicado tras haber estado en un local “en pésimas condiciones” en pleno espacio público de la plaza San Nicolás.

“Nos ha ido muy bien, los talleres que dan son buenos. Poco a poco uno va aprendiendo sobre cómo atender al cliente y cómo llevar la contabilidad y las ventas. Ahora, por ejemplo, sé que tener Daviplata o Nequi es importante, porque así uno no deja ir el cliente”, dice el hombre de 56 años.

A través de su negocio, con el que está aliado con otros tres socios, ha podido sostener y, a la vez, generar empleo a su familia, porque cuando llega temporada alta (desde noviembre hasta Carnaval) deben contratar hasta a cinco personas adicionales para cubrir la demanda.

“Me gustaría seguir aprendiendo, nunca es malo aprender un poco más, y continuar en el proceso para formalizarme, eso es bueno: uno tiene derecho a beneficios como oportunidades con la banca, Cámara de Comercio y muchas cosas positivas. Invito a todos los comerciantes a que se metan a estos programas para que nos vaya bien a todos”, agrega.

Otro de las estrategias es ‘Inglés para el Trabajo’, por medio de la cual se forma -de manera intensiva- a las personas en búsqueda de empleo en este segundo idioma, para después conectarlos con el mercado laboral BPO de la ciudad. Serán más de 4.000 beneficiarios a finales del 2022.

Una de las beneficiarias de este proyecto es Sally Pérez Ramírez, quien en septiembre del año pasado inició su formación intensiva en inglés tras dos años en búsqueda de ofertas laborales tras haber perdido su empleo como auxiliar administrativa debido a la pandemia.

“Cuando estuve sin empleo apliqué a varias ofertas bilingües, pero no quedaba porque me faltaba práctica y fluidez. Eso lo mejoré bastante gracias al programa, y fue fundamental porque todo el proceso para quedar en la empresa fue en inglés”, dice la mujer, quien es madre de dos niños de 9 y 4 años, respectivamente.

Dicho programa se puso en marcha, de acuerdo con la administración distrital, luego de identificar una demanda de 1.500 vacantes mensuales para jóvenes con dominio de inglés alto (entre B1 y B2), para trabajar en este sector económico es una necesidad que va en expansión y que en la actualidad no se está cubriendo con el recurso humano local.

En la capital del Atlántico se encuentran instalados más de 20 BPO bilingües que generan alrededor de 11.424 empleos formales directos, con posiciones tanto en el idioma inglés (60%) como en español (40%).

“Seguiremos implementando estrategias y ofreciendo herramientas para que los barranquilleros puedan generar ingresos y tener un empleo digno”, afirma Ricardo Plata, secretario de Desarrollo Económico del Distrito.

El Centro de Oportunidades es considerado como una de las estrategias clave del proceso de reactivación económica de ciudad, con más de 27.000 hojas de vida registradas y 5.700 puestos de trabajo gestionados entre 2020 y 2021.

A través de sus tres rutas de atención al público, durante la actual administración, se han atenido más de 80.000 personas y 3.500 empresas a través de su oferta de intermediación laboral; orientación y acompañamiento a quienes buscan empleo; formación para el trabajo, y herramientas para fortalecer los negocios de los emprendedores.

“El Centro de Oportunidades es el puente entre las empresas que ofrecen las vacantes y los ciudadanos que buscan la intermediación, a quienes asesoramos para que puedan encontrar un empleo”, destaca Plata.

Cabe recordar que el DANE anunció una actualización de la medición de informalidad laboral en el país que incluye a la unidad de producción y sus condiciones particulares y a los puestos de trabajo informal. El primer informe bajo esta actualización se publicará este martes 29 de febrero y medirá a Barranquilla sin incluir a Soledad.

Ganan menos del mínimo
El director del DANE, Juan Daniel Oviedo, señala que el 48 % de las personas que trabaja en Barranquilla y Soledad gana menos de un salario mínimo al mes, cifra que aumentó en 10 puntos porcentuales frente al 2020.

“Esta es una prueba de que el mercado de reactivó, tras la destrucción de casi 100 mil puestos de trabajo en 2020, pero los puestos de trabajo que se recuperaron lo hicieron ganando menos recursos”, sostuvo el funcionario.

Al comparar los ingresos promedio mensuales de un trabajador en 2019, que eran de$1.025.00, con los de 2021 se observa una reducción hasta los $950.000.

Si a esta reducción de los ingresos, que en términos nominales es del 10 %, se le suma la inflación de los alimentos que se expande en casi en un 20 % anual, se presenta una afectación del poder adquisitivo de los trabajadores de Barranquilla y Soledad.

“Otro aspecto que se debe considerar es que en este territorio cuatro de cada diez personas están en comercio, transporte o restaurantes, y en resto de las ciudades esta proporción es de 3 de cada 10”, señala Oviedo.

Indica que se evidencia una mayor exposición a actividades informales como el mototaxismo y ventas móviles de alimentos y otros productos. Quienes trabajan en estos sectores en condiciones de informalidad tienen ingresos promedio de $560 mil al mes. “Esto genera una alerta”, aseveró.

Nuevas propuestas
Oriana Álvarez, directora de Fundesarrollo, señala que la pandemia y la cuarta revolución industrial están creando nuevas formas de trabajo y tipo de empleos, muchos de ellos sin horarios o ingresos fijos por lo que considera que el debate y nuevas iniciativas sobre la reducción de la informalidad debería enfocarse en cómo adaptar la legislación y normatividad laboral que es muy rígida en Colombia a esta nueva realidad.

“Se avanzó en la discusión sobre la cotización por semanas, pero por ejemplo, se dejó por fuera a las personas que trabajan por día o por horas. Es necesario que las nuevas propuestas reconozcan la importancia de adaptar los pagos de la Seguridad Social a estas nuevas realidades laborales buscando que tanto trabajadores como sus familias estén cubiertos por la Seguridad Social que es uno de los grandes problemas asociados a la informalidad laboral”, detalla.

La OCDE también llamó la atención sobre el tema de la informalidad laboral en Colombia en su más reciente informe sobre el país.

Planteó “desvincular el acceso a la protección social de la condición de formalidad o informalidad de los trabajadores, estableciendo una pensión básica universal, junto con la prestación de un ingreso mínimo garantizado que reforzaría y ampliaría las transferencias monetarias existentes a los hogares de bajos ingresos”.

Apoyo a emprendedores urbanos y rurales
Con el objetivo de apoyar a 4.500 pequeños emprendedores del Atlántico, la Gobernación presentó el programa ‘Banco de la Gente’ para promover la educación financiera y garantizar el acceso a créditos colaborativos entre $400 mil y $1 millón.

La gobernadora Elsa Noguera destaca que, a través del programa, los microempresarios pasarán de una financiación del 20 % mensual a menos del 1 %: “Además, podrán recibir formación académica en temas que les van a servir para que sus negocios les vaya bien. Otro componente importante es el ahorro, porque una parte de lo que tenían que pagar en intereses al pagadiario lo van a depositar en una cuenta de ahorros y, a la vuelta de tres meses, cuando finalice el crédito van a tener ese recurso disponible”.

También se lidera la estrategia ‘Campo a Toda Marcha’, con el fin de proveer mejores condiciones a los campesinos, agricultores y ganaderos del departamento para contrarrestar las situaciones que pueden afectarles, tales como el cambio climático o el impacto de la covid-19.

El secretario de Desarrollo Económico, Miguel Vergara, explica que, en este plan se han invertido $3.000 millones para beneficiar a 534 familias de productores y pequeños ganaderos en 18 municipios del departamento.

Por medio del ‘Plan Pescao’, la Gobernación también busca garantizar el ingreso diario de los pescadores y sus familias, así como su seguridad alimentaria, a través del repoblamiento de los cuerpos de agua del departamento con alevinos de lebranche, róbalo y lisas

Además, ha fortalecido a las mujeres cabezas de hogar que pertenecen a las asociaciones pesqueras del sur del Atlántico, con el aprovisionamiento de herramientas de trabajo para la comercialización del pescado.

Publicado en El Heraldo

¡Déjanos un comentario!