Publicado el 13 de diciembre de 2021,
Las partes avalaron propuesta de Duque de alza de 10,07%, pero los expertos advierten riesgos por impacto en el empleo formal y el efecto en pymes.
Un millón de pesos, una cifra anhelada por varios años para el salario mínimo en Colombia finalmente será realidad. La propuesta que lanzó este domingo el presidente Iván Duque de incrementar en 10,07% el pago básico que reciben los trabajadores en Colombia, recibió el aval de los gremios, y este lunes las centrales de trabajadores y las confederaciones de pensionados también presentaron ese valor como su propuesta oficial.
Si bien desde el año 2011 no se tenía un aumento de dos dígitos, (en ese entonces fue 10%), algunas voces de expertos, e incluso dentro del sector empresarial, han expresado algunos reparos con la cifra.
“En lo que se refiere al millón de pesos estamos de acuerdo todos, tanto los empresarios, como las centrales obreras y el gobierno nacional”, indicó el ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera.
Desde la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), su presidente, Bruce Mac Master, destacó como la inflación que se ha venido presentando en los últimos meses, especialmente la de alimentos, ha afectado la capacidad adquisitiva de los hogares, y mencionó que desde la Andi, se ha “venido trabajando con otros gremios, con los tanques de pensamiento, y los trabajadores y el gobierno en tratar de construir una propuesta que permita llegar al máximo nivel posible”, por lo que la Andi, coincide con la propuesta del Gobierno nacional de llegar a un salario mínimo de un millón de pesos”. Mac Master reiteró la importancia de cuidar otras variables, como la productividad y la formalidad.
Por el lado de los microempresarios, agremiados en Acopi, también se acogió la propuesta, pero con algunos comentarios. Rosmery Quintero, presidente del gremio, reiteró su respaldo a la propuesta, pero pidió otros apoyos para los pequeños empresarios.
“Hacemos una salvedad, nuestro segmento necesita contar con implementos que le ayuden a esa recuperación de empleo. No podemos olvidar la realidad del país de informalidad laboral y empresarial. Por eso es urgente para el próximo año que en todas las instancias seamos responsables y trabajemos juntos sobre una propuesta de reforma laboral estructural”, indicó Rosmery Quintero, presidente del gremio.
Por su parte, el Comando Nacional Unitario, conformado por las centrales sindicales, CUT, CTC y CGT, y las confederaciones de pensionados CPC y CDP, presentaron su propuesta para el salario mínimo: un millón de pesos, y un auxilio de transporte de $125.000.
EXPERTOS, PREOCUPADOS
A pesar de la armonía en la negociación por el acuerdo en el aumento de todas las partes, los expertos fueron enfáticos en que un aumento demasiado alto compromete la generación de empleo formal, especialmente porque alrededor de 12,8 millones de personas ganan un mínimo o menos.
El director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, participó ayer de una reunión con la Comisión permanente de concertación de políticas salariales y laborales, en la que mencionó que “un aumento del salario mínimo muy por encima del 7,5% pondrá en riesgo la recuperación del empleo formal”.
De acuerdo con Mejía, un incremento por encima de este nivel tendría efectos negativos especialmente en aquellos sectores económicos que aún no han retornado a sus niveles prepandemia, como el de la construcción, y en aquellos municipios de ingresos bajos y medios, especialmente los rurales, “en donde la incidencia de la informalidad laboral supera ampliamente la ya excesiva tasa del 63% en el total nacional”.
De acuerdo con Mejía, un salario mínimo más alto también se traduce en mayores costos laborales.
Así mismo, desde el centro de estudios económicos Anif, y equipo de investigación, se ha reiterado el impacto para las empresas, especialmente las pequeñas.
“El incremento por encima de la productividad y el empleo no es un capricho, es algo que termina afectando el empleo en las empresas que más generan volumen de empleo, que son las micro y pequeñas empresas en Colombia. Para esa categoría es donde se siente más duro el golpe y donde se puede esperar que esas determinaciones terminen afectando las decisiones futuras de contratar, o incluso que, por el aumento en los costos, algunas empresas decidan que sus trabajadores vuelvan a la informalidad”, indicó Carlos Felipe Prada, vicepresidente de Anif.
Adicionalmente, Oriana Álvarez, directora de Fundesarrollo, consideró que “un incremento entre el 7% y el 8% lograría compensar los aumentos en la inflación y productividad que son los dos aspectos que se consideran en el modelo actual para la fijación del salario mínimo”, pero recalcó en que “el país está recuperándose de una crisis sin precedentes en la historia económicos de Colombia por lo que aumentos del 10% implicaría muchos más esfuerzos por parte del tejido empresarial, especialmente las pequeñas y medianas empresas”.
PROPUESTA RECIBE APOYO MULTISECTORIAL
Tras la posición de un aumento de 10,07% expresado por ambas partes, diferentes sectores se mostraron a favor de la cifra.
Así es como Aliadas, la alianza de 25 gremios y asociaciones empresariales , expresó su respaldo, “entendiendo que es un incremento que ayudará a que la reactivación económica sea sostenible e incentive de forma responsable la demanda en beneficio de todos”. La Cámara de Comercio de Bogotá también anunció que respalda la propuesta de incremento superior al 10% en el salario mínimo, “el aumento propuesto por el Presidente es congruente con los anuncios del Dane, que muestran que la productividad creció 1,19%”, indicó la entidad.