Publicado el 9 de diciembre de 2020
El movimiento de carga por la zona portuaria de Barranquilla en noviembre de 2020 fue de 688 mil toneladas, cifra que representa una reducción de 25% frente al mismo mes del año pasado cuando se movilizaron 924 mil toneladas.
Esta contracción se explica principalmente por efecto de la inestabilidad en las condiciones del canal de acceso al Puerto, pese a contar con una draga permanente en la zona.
El director de la Asociación Portuaria de Barranquilla (Asoportuaria), Lucas Ariza, asegura que en lo que va de este año ya suman 16 los buques que han tenido que desviarse para aligerar carga en los puertos de otras ciudades. Esto debido a que el calado autorizado no les permite ingresar a la zona portuaria de Barranquilla.
El presidente del Comité Intergremial del Atlántico, Efraín Cepeda, explica que Barranquilla pierde USD35 por tonelada aligerada en otros puertos, lo que además, representa mayores fletes terrestres, gasto en toques en otros puestos, fletes muertos, sobrecostos a la línea naviera y facturación perdida para las terminales portuarias.
“Cada tonelada que llega al Puerto de Barranquilla, irriga esa misma suma, USD35 dólares en la economía de Barranquilla, lo que permite entender mejor el impacto de la crisis que soportamos por la inestabilidad del canal”, agrega el dirigente.
De acuerdo con un análisis elaborado por el Intergremial y Fundesarrollo, la zona portuaria de Barranquilla representa el 5% del PIB de esta ciudad. Cada peso que genera se multiplica 2,35 veces en la economía local gracias a sus encadenamientos con más de 8 sectores productivos, entre los que se destacan la construcción de edificaciones no civiles, industria de plásticos, de químicos, de materiales minerales no ferrosos, transporte terrestre, entre otros.
El movimiento de carga este año también fue afectado por la pandemia no solo en Colombia, sino a nivel global donde la Organización Mundial de Comercio (OMC) prevé que el 2020 finalice con una caída del 9,2% en el comercio internacional.
Puerto estratégico. Barranquilla moviliza el 6% del total de carga que ingresa y sale por los puertos de Colombia. En 2019, por esta zona se movilizaron 11,3 millones de toneladas. Las exportaciones representaron en cerca de USD1.767 millones.
El Puerto emplea el 2% de los trabajadores en la ciudad, es decir, genera aproximadamente 21 mil puestos de trabajo, y participa con el 4,4% de los ingresos no tributarios de Barranquilla.
Además, funciona como centro de distribución en el país. En 2019 fue utilizado como punto exportador por 597 empresas nacionales, de las cuales 250 se radicaban por fuera del Atlántico.
Fue utilizado para realizar el 83% de las exportaciones de la fabricación de cemento, cal y yeso; el 87% de la fabricación de productos metálicos para uso estructural; el 70% de productos de horno de coque; el 55% de confecciones de artículos con materiales textiles, excepto prendas de vestir y el 30% de extracción de piedra, arena, arcillas comunes, yeso y anhidrita, producción de aceites y grasas de origen vegetal y animal, y elaboración de productos lácteos.
Barranquilla fue el punto de ingreso del 20% de las importaciones del país por vía marítima y fue área tránsito de mercancía. Solo una de cada dos toneladas que se exportan e importan en el puerto local se originan en el Atlántico y tienen como destino el departamento. La mayor parte de la carga es distribuida al resto del país especialmente hacia Bogotá, Cundinamarca y Boyacá, lo que deja claro la importancia de su funcionamiento.
Soluciones urgentes. El presidente del Intergremial reiteró que por las condiciones naturales del Puerto de Barranquilla se requiere un constante dragado para garantizar el calado necesario para el ingreso de mercancía.
“Por esta razón, la Nación, como responsable legal del mantenimiento del canal de acceso del puerto realizó en 2020 una inversión por $23.000 millones en la contratación de su dragado. Dicha inversión no ha sido suficiente para mantener de forma estable un calado para el acceso de las embarcaciones”, señala Cepeda.
Indicó que es clara la necesidad de definir un nuevo esquema de adecuación y mantenimiento del canal de acceso para garantizar su estabilidad.
El gerente de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), Atlántico y Magdalena, Alberto Vives, afirma que la competitividad es un elemento esencial para el desarrollo y en ese orden de ideas el canal de acceso al Puerto de Barranquilla es un elemento crucial de competitividad.
“Contar con el canal de acceso en óptimas condiciones implicaría esfuerzos adicionales de innovación, de modernización, requeriría avanzar en enfoques de desarrollo regional, que nos permitieran potencializar el comercio mundial como motor de desarrollo. En orden de mantener el aparato productivo local requerimos un canal competitivo, en orden de aprovechar el nearshoring, requerimos de un canal óptimo”.
Indicó que el hecho de no contar con un canal de acceso al puerto en óptimas condiciones representa atraso, recesión, pobreza, escasez, destrucción de las cadenas globales de valor, destrucción de sociedad.