Publicado el 22 de julio de 2020

La pandemia logró que tanto el Gobierno como la oposición y la academia se encontraran en un punto: la posibilidad de una renta básica en el país. Sin embargo, cada parte propone montos y condiciones diferentes, que estarán en el centro del debate durante los próximos meses.

Como consecuencia del aislamiento, los Gobiernos de diferentes países iniciaron esquemas de giro de recursos a las familias más necesitadas para solventar sus carencias y en otros casos, como Corea del Sur, para seguir impulsando la demanda interna y que la economía se debilitara menos.

En el caso de Colombia, el Gobierno creó el Ingreso Solidario, un pago sin condiciones de $160.000 mensuales para tres millones de familias, inicialmente por tres meses y ahora extendido hasta junio de 2021. Además, se añadieron pagos a los programas de Familias en Acción, Colombia Mayor y Jóvenes en Acción.

Pero las extensiones en el aislamiento, la contracción de la economía, la pérdida de empleos y los casos de familias que no recibieron giros estatales y debían seguir saliendo a buscar su sustento condimentaron el inicio del debate sobre la posibilidad de una renta básica en el país.

Al principio, el Gobierno se mantuvo al margen de las propuestas y luego, en un debate de control político del Congreso virtual, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aseguró que le gustaba la idea, pero no era el momento de debatirla y la planteó mejor como una unificación de las diferentes transferencias monetarias actuales.

En el Congreso también quedó como constancia la propuesta de una renta básica para cerca de nueve millones de hogares, cuyo monto iría aumentando paulatinamente hasta llegar a un salario mínimo.

La senadora Aída Avella, como vocera de la oposición, insistió en la propuesta de pagar un salario mínimo a nueve millones de hogares, lo que beneficiaría a cerca de 31 millones de colombianos, según sus cálculos.

Pero hay más propuestas, con montos y por lo tanto costos diferentes.

Para el director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, Luis Carlos Reyes, es un avance que ya todas las partes estén discutiendo sobre la implementación de una renta básica.

Este observatorio tiene varios cálculos. El primero de ellos muestra que “una renta básica que permitiera poner a todos los miembros de los hogares colombianos por encima de la pobreza extrema costaría apenas $4,6 billones y esto es perfectamente costeable, es alrededor de la mitad de los recortes en impuestos que se les hicieron a las empresas en la tributaria pasada”, señala Reyes.

Una segunda opción estudiada por el Observatorio es “una renta básica que asegurara que todos los hogares colombianos estén por encima de la pobreza y que costaría», según sus estimaciones, «alrededor de $30,4 billones, que es una fracción de alrededor del 10%” del Presupuesto General. Este gasto representaría un giro de $275.000 por cada miembro del hogar.

Reyes agregó que “completarles a todos los colombianos un ingreso de $275.000 al mes costaría alrededor de $30 billones. Es perfectamente factible si llevamos nuestro nivel de tributación al promedio latinoamericano y es también por encima de los $160.000 por hogar del Ingreso Solidario”.

Sin embargo, la directora de Fundesarrollo, Kelina Puche, advirtió que “debe estudiarse con cuidado, pues la garantía de una renta básica universal, sin bien puede funcionar muy bien en su carácter temporal dada la pandemia, podría tener efectos adversos en la búsqueda de empleo, o positivos, como por ejemplo motivar la creación de negocios e impulsar el consumo, la evidencia que se tiene al respecto es diferente”.

Y agregó que Colombia ya podría tener un estudio de caso en Bogotá, donde la Alcaldía Distrital destinó recursos a completar el pago para las familias beneficiarias de programas sociales del Estado, de modo que sus ingresos aumentaran durante la pandemia.

Por su lado, el economista Martin Jaramillo señaló que “una vez se le asegura a todo el mundo un ingreso, puede flexibilizar el salario mínimo para ser más competitivo, reducir otros programas que han sido corruptos como la alimentación escolar o la entrega de ayudas por parte de alcaldes”.

Jaramillo añadió que “el gasto en Colombia es muy inequitativo, empezando por pensiones y educación superior. El Ingreso Solidario es el primer paso para todo eso”.

El extremo de la renta universal
Por ahora, otro punto en el que parecen coincidir las partes es en que esta renta básica no sea universal, sino para los hogares vulnerables del país, lo que garantizaría el final de la pobreza en Colombia.

De acuerdo con el Observatorio Fiscal, garantizarle un salario mínimo mensual a todo mayor de 18 años en el país “sería un programa de un costo total de $171 billones, lo cual es más de la mitad del Presupuesto General de la Nación”.

Para Reyes, esto “no es inviable, pero requeriría una reestructuración fiscal como nunca se ha visto, incluyendo un aumento sustancial de impuestos”.

En el mismo sentido, Jaramillo aseguró que “una renta mínima universal en este momento, entregarle $170.000 a todos los colombianos que presenten la cédula en cualquier entidad o corresponsal bancario, mejoraría la bancarización, canales, información y demás, pero en este momento quebraría Colombia porque se le daría plata hasta a los más ricos”.

Sin embargo, hay quienes apoyarían la idea si se le incluyen condiciones como bajar el rango de declaración de renta para que los colombianos que reciben desde $2 millones mensuales estén obligados a reportar su información y que se incrementen mucho más los impuestos para los de mayores ingresos, de modo que ayuden a financiar el programa.

Pero por ahora, dado el costo del programa y la situación fiscal del país, esta no es una opción que se pueda contemplar.

“Irnos a un extremo de garantizar un salario mínimo para todos los mayores de 18 años con una renta básica requeriría unos grandes movimientos fiscales, que incluso si se fueran a hacer, tendrían que ser un proceso gradual”, señaló Reyes.

Sin embargo, el director del Observatorio añadió que “acabar con la pobreza extrema ya mismo, dando una renta básica que completara los $175.000 por persona y no por hogar, es perfectamente factible ahora mismo y crear una renta básica que le complete $270.000 a cada individuo en Colombia para así eliminar la pobreza, según [los cálculos del] Dane, requeriría ese esfuerzo de $30,4 billones”.

La propuesta estaría mucho más cercana a las capacidades de gasto del país y podría complementarse, por ejemplo, con una mayor inversión a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), que por menor evasión tributaria lograría compensar una buena parte de ese gasto.

“Es interesante abrir el debate a la luz de las condiciones presupuestales actuales, la situación socioeconómica de la población más vulnerable del país, buscando la mejor evidencia posible para tomar la decisión de extender una medida como esta, sin descuidar discusiones trascendentales como la inclusión educativa, productiva, de salud y de condiciones habitacionales básicas, así como el impulso de agenda productiva”, concluye Puche.

Publicado en Revista Dinero

 

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