Publicada el 19 de mayo

La Silla Vacía, Fernando Herrera Araújo

Estamos en pleno debate electoral y hay escasez de propuestas y argumentos. Con el fin de llenar ese espacio, tres centros de pensamiento del Caribe colombiano, Atarraya de Montería, Cesore de Valledupar y Fundesarrollo de Barranquilla, aunaron esfuerzos e identificaron en su opinión los 10 desafíos socioeconómicos más apremiantes de dicha región con sus alternativas de solución

La versión detallada de dicho trabajo se encuentra en sus respectivas páginas web y existe también un trabajo previo de hace unos años en Casa Grande Caribe.

En el Caribe viven cerca de 11.000.000 de colombianos, el 22,4 % del total nacional, produce el 15,2 % de su PIB (2019) y el 46,2 % de sus habitantes se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Antes de la pandemia, departamentos como Córdoba y Atlántico mostraron avances importantes en su lucha contra la pobreza, mientras Cesar y La Guajira se estancaron.

En un análisis para identificar los problemas actuales más acuciantes de la región y buscar la atención de los candidatos presidenciales, los centros de pensamiento identificaron los siguientes.

Desnutrición. Para empezar por los más débiles y vulnerables. Para comienzos de este año (diciembre 2021-febrero 2022) solamente el 61 % de los hogares del Caribe consumió tres comidas diarias, mientras que a nivel nacional lo hizo el 71 %. La mortalidad infantil de La Guajira es de las más altas del país, seguida por el Cesar. Es urgente entonces atender las poblaciones apartadas, rurales, a las madres gestantes, niños, niñas y adultos mayores. Incrementar las transferencias y focalizarlas adecuadamente. Mayor control a los recursos del PAE y aumentar el apoyo a la producción local de alimentos.

Educación. Hay insuficiencia de cobertura, sobre todo a nivel preescolar y técnico superior, adicional a las brechas de calidad que tienen los estudiantes con sus pares de otras regiones. Es urgente ampliar los cupos al tiempo que se debe extender la jornada única. Construcción de nuevos establecimientos son necesarios. De cada 100 hogares, en 15 alguien no sabe leer y la preparación de los docentes del Caribe va relegada en cuanto a formación profesional y posgrados con los de otras regiones. Capacitación, becas y maestrías son urgente para los profesores.

Embarazo adolescente. El Cesar, con 96 embarazos por cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años, es el segundo en el ranking nacional. Le siguen magdalena, Sucre y Bolívar. El embarazo adolescente es una trampa de pobreza. Promueve la deserción escolar, propicia la baja y mala inserción laboral, genera mayor riesgo de muerte materna y niños con bajo peso al nacer, etc. Se propone hacer efectivo el derecho a la educación sexual y reproductiva, trabajo focalizado de atención social y educativa a jóvenes en riesgo y a migrantes.

Servicios públicos. Se refieren los Centros de Pensamiento a la muy mala cobertura de acueducto rural y a la mala calidad del agua urbana. 20 % de los costeños no tiene acceso a un acueducto y 50 % a alcantarillado. Adicional a esto, el alto costo de la energía eléctrica y las constantes interrupciones del servicio son críticas en una región en donde los niveles de calor afectan la salud de las personas y la conservación de los alimentos de una parte y de otra afecta la producción industrial y al comercio. Urge priorizar la inversión en agua y alcantarillado sobre todo con las regalías y que los operadores de la energía eléctrica hagan a la mayor brevedad las inversiones que se comprometieron para normalizar el servicio y abaratar costos.

Productividad, diversificación productiva e informalidad laboral. El 40 % del PIB guajiro y cesarense depende del carbón. De sus ciclos y riesgos. Mientras el PIB per cápita nacional para el 2020 fue de 20 millones, el mejor del Caribe, el Atlántico sumó 16.4 millones, Bolívar el segundo 15.8 y La Guajira la última con 8.7 millones, mientras Bogotá alcanzó los 33.6 millones. A nivel de competitividad, Atlántico ocupó la casilla 6 para el 2020-2021 según el CPC, y Córdoba y Sucre los lugares 22 y 23, entre 33 entes territoriales. Por otro lado 7 de cada 10 empleados en la región son informales con ingresos mensuales inferiores a 550.000 pesos. Es urgente invertir recursos para la diversificación productiva: agroindustria, turismo, energías alternativas -solar y eólica-, cultura, servicios, son algunas de las opciones existentes. Pero hay que comenzar ya. Es necesario ampliar la oferta de formación para el trabajo, en temas pertinentes y necesarios para la economía regional y apropiar recursos para políticas eficaces de desarrollo productivo, vía incentivos a programas de innovación en nuevas tecnologías.

Medioambiente. Tres problemas acuciantes tiene la naturaleza en el Caribe. De una parte, sus tierras se están desertificando. El bosque seco tropical que predomina se ha extinguido y solo queda un 8 %. De otra parte, sus ecosistemas acuáticos (ríos, playones, caños, etc.) han sido afectados por sedimentación, deforestación, minería, ganadería y obras públicas y finalmente la erosión costera está afectando ciudades, puertos y vías. Soluciones tipo reforestación, recuperación vegetativa, control y regulación de usos de agua, soluciones para la mojana que no sean contranatura y obras de protección costera son algunas de las alternativas que se deben implementar.

Gobiernos territoriales. El Caribe cuenta con 197 municipios, de los cuáles 150 (76 %) están por debajo del promedio en el índice de desempeño municipal y una de sus principales falencias es la incapacidad de generar recursos propios, adicional a la dificultad para diseñar, ejecutar y monitorear proyectos estructurales de largo alcance para cambiar la vida de sus habitantes. Se propone llevar a cabo un fortalecimiento de los fiscos municipales, vía predial e ICA, con la actualización de las bases tributarias, la aplicación del catastro multipropósito; la simplificación y facilitación del cobro y del pago, la erradicación de la pereza fiscal y un control a la evasión y elusión fortaleciendo las secretarías de planeación y hacienda.

Conectividad vial y virtual. El Caribe es una de las regiones más atrasadas en su red de transporte masivo en las capitales. Solamente Barranquilla y Cartagena cuentan con sistema de transporte masivo que a veces colapsan financiera y administrativamente. El transporte rural-urbano es precario, sobre todo para las veredas y en su red terciaria. Existen grandes proyectos de integración pendiente desde hace muchos años: navegabilidad del Magdalena, Ruta del Sol 2 y 3, Canal del Dique, vías transversales, acceso a la alta Guajira, etc. De otra parte, los hogares que poseen conexión a internet están entre el 31-38 % solamente, y en los colegios rurales es totalmente inexistente dicho servicio. Es claro lo que hace falta entonces: mayor inversión en vías, usando también regalías locales y penetración de servicios de internet ojalá de la mejor calidad y en particular para las zonas pobres, en sus colegios e instituciones.

Una nota final, nada de lo anterior se podrá hacer si no hay claridad sobre el hecho que los recursos públicos son sagrados. El manto de la corrupción hay que quitarlo totalmente y los centros de pensamiento terminan su propuesta diciendo que hay que cambiar la frase ”roba pero hace» por «hace sin robar”.

 

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