Publicado el 30 de abril de 2021,

Según el DANE, a causa de la pandemia 345 mil personas en el departamento entraron a la pobreza monetaria en 2020.

La pandemia de la covid-19 agravó las condiciones socioeconómicas de los barranquilleros y atlanticenses. Así lo señaló este jueves el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en la presentación de las cifras actualizadas a 2020 sobre la pobreza monetaria y la pobreza monetaria extrema en Colombia.

De acuerdo con lo planteado por el organismo estadístico, la pobreza monetaria indica el ingreso que necesita una persona al mes para adquirir una canasta básica de alimentos, servicios y otros bienes mínimos para vivir. Si esta persona posee un ingreso menor se le considera en pobreza monetaria.

En cambio, la pobreza monetaria extrema es el monto que necesita mensualmente un colombiano para adquirir una canasta básica alimentaria que le otorgue la cantidad de calorías mínimas para subsistir (2.105 en las ciudades y 2.079 en la zona rural). Si gana menos estaría bajo condición de pobreza extrema monetaria.

Por los efectos adversos de la pandemia de la covid-19, las líneas bases del DANE para estos indicadores aumentaron. Es así como la línea de pobreza monetaria pasó de $ 327.674 en 2019 a $ 331.688 en 2020 a nivel nacional, mientras que la de pobreza monetaria extrema se incrementó de $ 137.350 en 2019 a $ 145.004.

Para el caso puntual de Barranquilla y su área metropolitana (incluye solo a Soledad), la línea de pobreza monetaria se situó en $ 338.666 y de monetaria extrema en $ 152.410. Esto quiere decir que un hogar conformado por cuatro personas estará en condición de pobreza monetaria si sus ingresos mensuales no superan los $ 1.354.664 y en pobreza monetaria extrema si no es mayor a $ 609.640.

Pobreza monetaria

La pobreza monetaria en Barranquilla y su área metropolitana tuvo en 2020 el mayor crecimiento registrado de forma anual entre las 23 ciudades capitales.

De acuerdo con el DANE, para el 2020, el 41,2 % de la población en esta zona se encontraba en condición de pobreza monetaria. Una cifra que representa un crecimiento de 15,6 %, pues para el 2019 el dato era de 25,6 %.

En concreto, 307.578 nuevos ciudadanos entraron a esta condición, para alcanzar un total de 797.114 personas en pobreza monetaria para el 2020. La capital del Atlántico y su área metropolitana fue la quinta donde más personas entraron a esta situación económica.

A nivel nacional, el indicador de pobreza monetaria creció 6,8 puntos entre 2019 y 2020, pues pasó de 35,7 % de la población bajo esta condición a 42,5 %. Esto significa que 3,6 millones de personas entraron a esta condición durante el año pasado. El país pasó de un universo de 17, 4 millones de ciudadanos en esta condición a 21 millones.

Al analizar por centros urbanos, esta condición pasó del 32,3 % al 42,4 % de la población. En esta calificación, Bogotá aportó 1,1 millones de personas nuevas a esta condición, siendo la mayor contribución al total nacional.

El impacto de la pobreza monetaria extrema

Con un aporte de 177.421 nuevas personas, Barranquilla y su área metropolitana fue el quinto territorio con mayor contribución al indicador de pobreza monetaria extrema. En total, para el año 2020 se registraron 246.345 ciudadanos bajo esta condición socioeconómica.

Con estos datos actualizados, el 12,7 % de la población de Barranquilla y su área metropolitana está bajo esta condición. Este dato representó un alza de 9,1 % frente a la cifra de 2019 que era del 3,6 %.

Al precisar datos nacionales, la pobreza monetaria extrema representó el 15,1 % de la población, aumentando 5,5 puntos porcentuales frente al 2019, cuando la cifra se ubicó en 9,6 %. El DANE señaló que 2,7 millones de personas entraron a esta condición durante el año pasado. El país pasó de un universo de 4,6 millones de personas en 2019 a 7,4 millones en 2020.

El análisis por departamentos

Al segmentar por entes territoriales, el DANE señaló que el Atlántico se ubicó como el tercer departamento donde más colombianos entraron en pobreza monetaria. De acuerdo con las cifras, en el Atlántico había 701.558 personas bajo esta condición en 2019, mientras que en 2020 la cifra creció a 1.046.611 ciudadanos. Esto representó que 345.053 ciudadanos ingresaron a la pobreza monetaria.

Para el año pasado, el Atlántico fue el ente territorial con mayor crecimiento de pobreza monetaria al registrar un alza de 12,9 % al pasar de 27,3 % de la población bajo esta condición en 2019 a 40,2 % en 2020.

El Atlántico también fue el cuarto ente territorial donde se evidenció un mayor crecimiento de la pobreza monetaria extrema. En el 2020, 198.994 nuevas personas entraron en esta condición, para un total de 290.250 ciudadanos.

En esta categoría, el Atlántico registró el segundo crecimiento más alto con 7,7 % después de Bogotá (9 %). En 2019 el 3,5 % de la población estaba en esta condición, mientras que en 2020 este porcentaje creció a 11,3 %.

Reacciones

Oriana Álvarez, directora de Fundesarrollo, dijo a El Heraldo que estas cifras son “preocupantes”.

“Las cifras de pobreza son preocupantes; sin embargo, eran de esperarse dado la destrucción de empleos que afectó a la ciudad como resultado de la pandemia. La mayor pérdida de empleo se presentó en la población más vulnerable, lo que obligó a estas personas a tener que buscar trabajo en el sector informal, así mismo muchas personas trabajando en el sector formal tuvieron que hacer la transición al informal o a la inactividad como resultado de la reducción en la ocupación en la ciudad; dentro de este grupo principalmente se encuentran las mujeres, quienes han sido las más afectadas por la pandemia”, señaló Álvarez.

Por su parte, el profesor de economía de la Universidad del Norte, Jairo Parada, resaltó que estos datos son el reflejo de la realidad social. “Las cifras son un reflejo de la tremenda realidad social que nos agobia. Ello nos debe llevar a replantear las políticas públicas locales, a enfatizar más en la salud y programas de alimentación, reflejando nuestras verdaderas prioridades. El desarrollo económico de Barranquilla es frágil pues está construido sobre la informalidad laboral de casi el 50 %”, dijo Parada.

Publicado en El Heraldo

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