Publicado el 2 de noviembre de 2020

Más allá del goce, la fiesta mueve en la temporada unos 405 mil millones de pesos.

La suspensión de los carnavales de Barranquilla en el 2021 tendrá un impacto negativo en la economía local, bastante golpeada por la pandemia del coronavirus.

Por eso, la decisión del alcalde Jaime Pumarejo no fue fácil, pero tampoco tuvo ningún reparo de los cerca de 50 mil hacedores del Carnaval, el comercio y los gremios económicos, que entendieron que ante la agresividad del covid-19 no cabe la más mínima probabilidad de realizar los multitudinarios desfiles y eventos que convoca la fiesta.

El presidente de la Intergremial, Efraín Cepeda Tarud, destaca que el Carnaval del 2020 movilizó 405 mil millones de pesos durante el pre-carnaval y los cuatro días de la fiesta, lo que permite anticipar el impacto económico que tendrá la cancelación de la edición 2021 en la extensa cadena de valor de la que es la mayor y más importante expresión de la industria naranja del país.

Mientras que Estefanía García Lacouture, coordinadora de investigación de Fundesarrollo, hace una lista de la cadena productiva que depende de la dinámica del Carnaval, entre los que destaca hoteles y diferentes establecimientos de alojamiento, artesanos involucrados en la creación de carrozas y disfraces, comerciantes en la venta de artículos alusivos a la fiesta (camisas, vasos, sombreros y demás), de bebidas y alimentos, organizadores y establecimientos de eventos poniendo a disposición del público conciertos, verbenas y palcos.

“El Carnaval de Barranquilla genera uno de los impactos más importantes en la economía de la ciudad, debido al entretejido económico que involucra”, enfatiza García.

El carnaval en cifras

Es solo mirar unas cifras para evidenciar el hueco que se generará las finanzas de varios de varios sectores de esta capital: en el 2020, gracias a la temporada carnavalera, Barranquilla alcanzó a mover recursos por el orden de los 405 mil millones de pesos y la fiesta fue disfrutada por 2.160. 0000 espectadores.

Según un estudio de la Cámara de Comercios y la Alcaldía de Barranquilla, el segundo carnaval más grande de América Latina, solo superado por el Carnaval de Río de Janeiro, benefició a unas 55 mil personas con empleos. Sectores del comercio, como el transporte, tuvieron un crecimiento del 55 por ciento; licorerías y bares, del 75 por ciento, y la operación del aeropuerto Ernesto Cortissoz aumentó en un 9 por ciento.

Gremios golpeados

El presidente de Cotelco Atlántico, Mario Muvdi, reconoce que la decisión afecta mucho a la economía local, pero respalda la determinación del Distrito como una medida para evitar la propagación y un rebrote del virus.

En Barranquilla hay poco más de 200 hoteles, que en los carnavales alcanzan una ocupación del 90 por ciento, que equivale alojar a más de 15.000 personas, el 35 por ciento extranjeros. Es decir, más de los habitantes que tiene la cabecera municipal de cualquier municipio del sur del Atlántico.

Estamos dejando de vender unos 10 mil millones de pesos. Solo el sector hotelero genera unos 8.000 empleos directos y en la temporada se incrementa a 10.000. “Estamos dejando de vender unos 10 mil millones de pesos”, sostiene Muvid.

Pero el dirigente gremial en estos momentos es importante que los barranquilleros cuiden su salud y que la ciudad se preparé y esté lista poder atender eventos internacionales como la cumbre del BID en marzo.

Hablan los hacedores del Carnaval

Entre los sectores golpeados por el aplazamiento de la fiesta está el de los hacedores del Carnaval, personas y colectivos que son las encargadas de darle forma y poner en escena las tradiciones y manifestaciones culturales y folclóricas que le han dado a la fiesta la categoría de Patrimonio de la Humanidad, según la Unesco.

Solo en el Carnaval de la carrera 44, el llamado ‘Carnaval del Bordillo’, sus organizadores aseguran que la no realización de la fiesta afecta a no menos de 35 mil personas, que va desde agrupaciones folclóricas hasta vendedores ambulantes.

365 días de carnaval

El carnaval mueve muchos de los sectores de la economía local.

Foto: Vanexa Romero/EL TIEMPO

La directora de la cumbiamba El Gallo Giro, Alexandra Gallo, reconoce que no estaban preparados para salir en el Carnaval del 2021, ya que la cuarentena obligó a suspender todas las actividades pare recolectar fondos y además ensayar.

Mover una cumbiamba de este tipo, 45 parejas, dos grupos musicales, además del personal de logística, para los desfiles de Carnaval cuesta no menos de 60 millones de pesos.

No pudimos realizar las actividades programadas”, dijo Gallo, quien representa un grupo que tiene 41 años de fundado y en el que participan unas 120 personas.
Mientras que Lisandro Polo, Rey Momo en el 2016, quien lleva 27 años organizando la Noche de Tambó, la rueda de cumbia más grande de los carnavales, no oculta su preocupación por las afectaciones que tendrán muchas personas por el aplazamiento de la fiesta.

Barranquilla se prepara para la gran celebración del Carnaval

‘Los Cabezones’ de los tradicionales en Carnaval de Barranquilla. Ricardo Rodríguez es el director.

Foto: Óscar Berrocal / EL TIEMPO

En la Noche de Tambó se invierten unos 270 millones de pesos y demanda un montaje en el que participan cerca de 300 personas – músicos, artistas, logística y personal de la organización-, espectáculo que es apreciado por no menos de 17 mil personas que asisten a la Plaza de La Paz, el viernes antes de Carnaval.

Además, explica Polo, de la Noche de Tambó se desprenden otros eventos: Festival de música tradicional, Encuentro de decimeros y Raíces de mi Tambó, este último para niños.

“No es solo goce, también tenemos una misión educativa”, señala Polo, quien entiende que el coronavirus cambió todo. “Mientras no haya vacuna esto no es posible. Las cosas son como son, no se pueden hacer estos eventos”.

Reactivación virtual

Por lo pronto, muchos esperan el plan que tiene el Distrito para realizar algunas de estas actividades de manera virtual.

“Comencemos a definir alternativas para hacer una versión digital del Carnaval en 2021 que se pueda comercializar para generar ingresos para los hacedores de la fiesta por lo menos”, manifiesta el presidente de la Intergremial.

Tarud insiste en que hay que buscar paliativos y otros tipos de ayudas que les permitan reducir el impacto económico que dejará la cancelación de la edición del próximo año. El Carnaval es una fuente de ingresos muy importante en sus presupuestos anuales de ventas y por ende de ingresos. “El Carnaval es una fuente de ingresos muy importante en sus presupuestos anuales de ventas y por ende de ingresos”, puntualiza.

Álvaro Bustillo, Rey Momo del 2014 y quien desde hace 10 años realiza el Encuentro de comedias, que demanda inversiones por unos 70 millones de pesos y que genera empleo a unas 200 personas, entre artistas, logística y organizadores, asegura que tiene perfilado un plan para hacer el evento de manera virtual.

“Con el espacio virtual podríamos tener grupos nacionales de Cuba, México y Panamá, además de los grupos nacionales”, señala Bustillo quien ya presentó un proyecto al Ministerio de Cultura para su financiación y espera seguir con el respaldo de la Secretaria de Cultura.

El Carnaval de Barranquilla más allá del goce es una gran industria cultural que mueve la economía local y que ante los desafíos que imponen la nueva realidad, la fiesta también comienza adaptarse.

Publicado en El Tiempo

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